NOMBRE DEL PROYECTO: Sembrando y cultivando creamos conciencia

MUNICIPIO: Dosquebradas

I.  EDUCATIVA: Nuestra Señora de Guadalupe

SEDE: Principal

LÍNEA DE INVESTIGACION: Agroindustria y seguridad alimentaria

No. DE  ESTUDIANTES: 17

NOMBRE DEL DOCENTE: José Yony Morales Miranda            

TELÉFONO:          3182289002                                          

 CORREO: jymorales@utp.edu.co         

                     

Descripción del proyecto (Incluye la pregunta).

El grupo de investigación MJG (Movimiento Juvenil Guadalupano)  se conformó por la realización de una convocatoria para los  estudiantes de grado 11 en la asignatura de Filosofía. Luego de realizar un ejercicio de clase sobre el tema de alienación según Carlos Marx, resultó la idea de resolver situaciones de la cotidianidad que tuviera relación con el tema, entre ellas fue la de cultivar nuestra propia comida, esta tuvo aceptación mayoritaria entre los estudiantes y puntualizarla en huertas caseras.

 La investigación la desarrollan jóvenes que oscilan entre los 15 a 18 años de edad, están en el último nivel de escolaridad de secundaria. Presentan desde la diversidad un abanico de experiencias en lo cultural, social y artístico. Son personas que creen en un mundo posible donde las personas puedan concebir la solidaridad, la conciencia colectiva, el respeto al otro y los saberes tradicionales; en dispositivos potentes para transformas sus vidas y su entorno, por ello, las expectativas van en relación a la investigación, además de comprender las relaciones entre las tradiciones y la alienación según Carlos Marx.

 Cada estudiante construyó una pregunta, este ejercicio provocó la palabra en los estudiantes y la posibilidad de la escucha activa, potenciando la argumentación y ceder en pretensiones individuales para privilegiar lo colectivo; construyendo así la siguiente pregunta de investigación ¿Cómo con los saberes de los adultos podemos construir conocimiento para la comunidad en la que deseamos vivir?

 Los resultados de este ejercicio pretenden transformar entornos familiares y sociales en espacios de compartir saberes intergeneracionales con el uso de la palabra como dispositivo integrador, lo que lleva a pensar la escuela concebida socialmente como el espacio que privilegia el aprender y el enseñar, tiene estructuras establecidas de manera que en sus integrantes consolidan el conocimiento, la convivencia y los valores, determinados en planes de estudios, en pactos de convivencia y la afiliación y aceptación de valores institucionales y de la sociedad. Todo esto se hace allí adentro, en esa estructura. Se menciona que la escuela da la espalda a los intereses y necesidades de las comunidades circunvecinas, no hay una apertura para el diálogo entre estas dos estructuras.

 Este trabajo de investigación debe aportar el reconocimiento mutuo y su respectiva valoración como instituciones de la sociedad. Esto se logra con los diálogos intergeneracionales que se convierten en conocimiento, en saberes para transformar diferentes realidades. No únicamente la escuela enseña, la comunidad, las familias también hacen su aporte. Ya en el contexto de aula, en el mundo social de los estudiantes, este ejercicio propende por consolidar unos referentes válidos para reestructurar su marco de referencia en relación a la academia y los saberes, estos nombrarnos como: tradicionales, familiares, populares, entre otros; que en ocasiones no entran a las clases y pueden ser potentes para comprender y reflexionar sus realidades.